lunes, 28 de julio de 2014

Las peculiaridades de la categoría Prebenjamin

La categoría Prebenjamin es la primera del fútbol formativo. Supondrá el primer contacto de los pequeños jugadores con este deporte, en ella darán sus primeros pasos y comenzarán a construir la base de todo lo que vendrá después. Por todo eso, esta categoría tiene varias peculiaridades con respecto a categorías superiores y es importante entender el objetivo de las mismas en la formación del jugador. 


NÚMERO DE JUGADORES Y DIMENSIONES DEL TERRENO DE JUEGO: 

La primera es el número de jugadores sobre el terreno de juego, como en las dos categorías que continúan a la Prebenjamin (Benjamin y Alevin) el número de jugadores sobre el terreno de juego será de ocho y no de once. Este hecho provoca que las dimensiones del terreno de juego tengan que ser menores:

En algunos clubes hay campos específicos construidos ya con estas medidas. En otros, como es el caso del Nuevo Fleta, se juega en el campo de fútbol 11, usando el campo a lo ancho y no a lo largo, colocando las porterías en los laterales del campo, donde esta la línea de banda del campo completo y usando otras líneas para definir el área, la línea de banda, etcétera. 

Es beneficioso que en estas categorías el número de jugadores sea más pequeño, primero porque la plantilla es más corta y el entrenador puede realizar su labor formativa de manera más concentrada y centrarse más con cada jugador. Las medidas al ser más reducidas, evitan un gran desgaste físico para los pequeños, ya que esto no tendría ningún efecto positivo. También, al haber menos jugadores, se puede corregir más la tendencia de "ir a por el balón es lo único que importa" y conseguir que el posicionamiento en el campo sea más correcto. 

ACTUACIÓN ARBITRAL:

Otra peculiaridad importante de la categoría es que no existen las expulsiones como sanción a un jugador por una acción en el terreno de juego. El árbitro debe de ser el encargado de explicar al jugador porqué toma cada decisión, si el jugador no lo entiende. Si durante un encuentro, un jugador tiene una reiterada actitud negativa en cuanto a la disciplina, el árbitro deberá pedirle al entrenador que retire durante unos minutos del terreno de juego al jugador y le explique lo que ha hecho mal y lo calme, y cuando considere que el jugador esta en condiciones de reincorporarse al partido, que vuelva a entrar. 

A estas edades, es muy importante que cuando el niño hace algo mal, no le castiguemos, si no que le hagamos entender lo que ha hecho mal y que le ayudemos a corregirlo, así no perderá el interés por lo que hace y seguirá mejorando. No serviría de nada expulsar a un jugador y hacerle perderse un partido, ya que el pequeño se enfadaría y podría perder las ganas de jugar. 

CAMBIOS DURANTE EL PARTIDO:

Las normas de la categoría establecen que el entrenador podrá realizar todos los cambios que considere necesarios durante el partido, y que aunque un jugador se vaya al banquillo, podrá volver a entrar al terreno de juego. De este modo, garantizamos que absolutamente todos los jugadores de la plantilla puedan jugar parte de cada partido que dispute el equipo, equilibrando los minutos de todos los jugadores.

No debemos olvidarnos que el carácter formativo prima por encima del competitivo en esta categoría. Los resultados no deben de ser la primera preocupación del entrenador, si no la formación de los jugadores, tanto en el aspecto deportivo como en el humano. Por lo tanto, es muy importante que todos los miembros de la plantilla participen activamente en los partidos, para que todos se sientan útiles e intenten progresar lo máximo posible dentro de sus posibilidades. 


Estas son las diferencias que yo personalmente considero más importantes y útiles con respecto a categorías superiores. Recursos que como entrenadores tenemos que aprovechar, para encontrar el máximo potencial de cada pequeño, haciéndole aprender divirtiéndose. No podemos olvidarnos de que tratamos con niños muy pequeños y que debemos aplicar una psicología distinta a la que aplicaríamos con otros jugadores. A todos nos gusta ganar, pero no podemos sacrificar los valores para conseguir resultados deportivos. 



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